Cebolla frita
La cebolla frita es un condimento popular en la cocina que aporta un sabor característico y crujiente a diferentes platos. Resulta de la deshidratación de la cebolla fresca, lo que le permite conservar su sabor y propiedades por más tiempo. Versátil y fácil de utilizar, la cebolla frita es ideal para darle un toque extra a ensaladas, sopas, guisos o incluso como snack. Su textura crujiente y su intenso sabor hacen de este condimento un imprescindible en la despensa de cualquier amante de la cocina.
Origen: España
La cebolla frita tiene su origen en la antigua Persia, donde se utilizaba para condimentar diversos platos. A lo largo de la historia, su popularidad se ha extendido por todo el mundo debido a su sabor único y versatilidad en la cocina.
Las características más destacadas de la cebolla frita deshidratada son su textura crujiente y su sabor concentrado. Este producto se obtiene a partir de cebollas frescas que han sido cortadas en rebanadas finas y deshidratadas mediante un proceso de secado. Durante este proceso, se retira la humedad de las cebollas, lo que resulta en una larga vida útil y una mayor concentración de sabor.
Una de las principales ventajas de la cebolla frita es su facilidad de uso. Se puede agregar directamente a las preparaciones culinarias, sin necesidad de pelar, cortar o freír cebollas frescas. Además, al estar deshidratada, no contiene agua, lo que elimina el riesgo de que se pudra o se convierta en un alimento propenso a bacterias.
Esta forma de cebolla es ampliamente utilizada en la gastronomía de muchos países. Se puede encontrar en sopas, guisos, salsas, aderezos para ensaladas, platos de pasta e incluso en snacks como patatas fritas. Es una excelente opción para agregar un toque crujiente y un sabor intenso a cualquier plato sin complicaciones.
A continuación, se presenta un listado de algunas de las posibles aplicaciones de la cebolla frita:
- Adobo para carne: Mezcla la cebolla frita con especias y condimentos para marinar carnes antes de cocinarlas.
- Sopa de cebolla: Añade un puñado de cebolla frita al caldo de una sopa de cebolla tradicional para un sabor extra.
- Ensaladas: Espolvorea la cebolla frita sobre ensaladas verdes para darles un toque crujiente.
- Tortillas y frittatas: Mezcla la cebolla frita en la masa de una tortilla española o frittata para realzar el sabor.
- Salsa para hamburguesas: Agrega la cebolla frita a la salsa que utilizarás para acompañar tus hamburguesas caseras.
- Pan rallado: Mezcla la cebolla frita con pan rallado para agregar sabor a las croquetas o empanizados.
- Aperitivos: Sirve la cebolla frita como snack crujiente por sí sola, o mézclala con frutos secos para preparar un mix.
En conclusión, la cebolla frita es un ingrediente versátil y de sabor concentrado que puede ser utilizado en una amplia variedad de platos.
- Valor energético: 577 Kcal
- Grasas: 41,3 g
- de las cuales saturadas: 20,4 g
- Hidratos de carbono: 43 g
- de los cuales azúcares: 8,9 g
- Fibra alimentaria: 3,8 g
- Proteínas: 6,2 g
- Sal: 0 g
12 meses.
Ingredientes:
Cebolla (75%), aceite vegetal, harina de trigo sarraceno y sal.
Puede contener trazas de:
Cacahuetes, frutos de cáscara y derivados.